Este libro reconstruye la biografía intelectual del joven Joaquín Costa, desde sus primeros escritos hasta convertirse en orador público en congresos y mítines. Se destaca su formación de carácter ecléctico y autodidacta, aunque también se da cuenta de su aprendizaje académico. A partir de un corpus de textos editados y manuscritos, ordenados para su estudio de acuerdo con su devenir intelectual y el contexto en que los escribió, se hace hincapié en la relación de Costa con la filosofía como medio de supervivencia a lo largo de su complicada vida, condicionada por la pobreza y la segregación social que sufría el campesinado español durante el siglo XIX, y se exponen sus reflexiones sobre la educación, la política, la cuestión social, la historia universal y la historia de España, las identidades regionales y el debate sobre el rol social de la mujer, así como su crítica al colonialismo español, que muestra el sentido humanista y cosmopolita de su pensamiento filosófico.