La cueva de Chaves fue objeto de los primeros trabajos arqueológicos hace ahora cincuenta años. Desde entonces se ha convertido en uno de los principales yacimientos para estudiar la implantación del Neolítico en el Mediterráneo occidental. En 1984 se descubrió la existencia de ocupaciones previas: al menos una visita durante el Solutrense, por cazadores-recolectores de tradición tecnológica mediterránea, y un espectacular campamento del Magdaleniense superior, ya a finales del último periodo glacial.
En 2007, con apenas un 10 % de la superficie de la cueva excavada, lo que quedaba del relleno sedimentario fue destruido por el propietario del coto de caza donde se localiza la cueva. Años después ese atentado al patrimonio dio pie a una sentencia ejemplar. Si todo va bien, en 2025 podremos, medio siglo después de las primeras excavaciones de agosto de 1975, reanudar las investigaciones en la cueva de Chaves y su entorno.
Por la riqueza de sus restos, y gracias a las decenas de investigadores que los han estudiado, entre ellos Vicente Baldellou y Pilar Utrilla, Chaves es uno de los yacimientos prehistóricos más trascendentales del sudoeste de Europa. Con este ciclo de conferencias el IEA quiere reivindicar esa importancia y darla a conocer al público oscense.
Organizado por el Área de Arqueología del IEA y coordinado por su director, José Ángel Asensio Esteban, y por el profesor de la Universidad de Zaragoza Rafael Domingo Martínez, este ciclo de conferencias se desarrollará en dos sesiones, martes 28 y jueves 30 de enero, entre las 18:00 y las 20:30 horas, en el salón de actos del IEA, y en él intervendrán, por este orden, Pilar Utrilla Miranda, Lourdes Montes Ramírez, Luis Manuel Jiménez Ruiz y Alejandro Sierra Sainz-Aja.
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