
Las Sierras Exteriores aragonesas forman la alineación de montañas prepirenaicas que a lo largo de casi 100 kilómetros limita al norte con la depresión del Guarga y al sur con la del Ebro. Su topografía se caracteriza por un terreno escarpado formado por un conjunto de sierras cuyas elevaciones máximas rondas los 2000 metros en el sector oriental y entre los 1400 y los 1500 en el resto. De este a oeste, las sierras principales son las de Balces, Rufás, Sevil, Guara, Gabardiella, Caballera, Loarre, Salinas, Santo Domingo y Lurientes. Desde un punto de vista geológico, las Sierras Exteriores constituyen un segmento del frente de cabalgamiento meridional del orógeno pirenaico, con los materiales mesozoicos cabalgantes sobre los terrenos terciarios continentales.