
Publicado por Prensas de la Universidad de Zaragoza, Instituto de Estudios Altoaragoneses, Instituto de Estudios Turolenses y Gobierno de Aragón.
Bajo la máscara novelesca de la Mojiganga del gusto (1662) y del Sarao de Aranjuez (1666) se oculta una trama bibliográfica solo conocida hasta ahora parcialmente. Ya se había admitido que los nombres que figuran en sus portadas fueron escogidos por el verdadero artífice de estos dos títulos, el conocido librero y editor zaragozano José Alfay, que articuló un conjunto de textos plagiados (de autores tan conocidos como Mateo Alemán o Antonio Liñán y Verdugo) para darlos a la imprenta. Sin embargo, quedaban todavía algunos plagios por identificar en la Mojiganga, y la crítica no había acertado a explicar con suficiencia el entramado editorial que envuelve al Sarao de Aranjuez. En la historia literaria se pueden encontrar pocos casos de superchería literaria tan ocurrentes como este, pues permite explicar un texto como segunda emisión de otro con el que no existe coincidencia entre el nombre del autor, el título, el año o el taller de impresión.