
Utilizado desde la Antigüedad con fines terapéuticos, el hielo generó a partir del siglo XVI un conjunto de construcciones, de sobria y funcional monumentalidad, destinadas a su producción y almacenamiento. En torno a ellas se desarrolló un complejo entramado socioeconómico, con rígidas normas que regulaban las actividades de empozadores, arrendadores, trajineros y comerciantes. Los adelantos tecnológicos condenaron, sin embargo al olvido en esta provincia a más de un centenar de pozos, cuyas ruinas a menudo enigmáticas se esconden todavía en los alrededores de los pueblos y en los más ásperos rincones de las sierras.
Pedro Ayuso rescata e interpreta estas construcciones, ofreciéndonos, más allá de un mero catálogo de elementos arquitectónicos, un vivaz y detallado cuadro de su contexto económico y humano. El libro se completa con los documentales "El pozo de hielo" (1999) y "Las neveras y el hielo" (2007), dirigidos por Eugenio Monesma.