Ambiente familiar y contexto local

La infancia y la adolescencia de Joaquín Costa transcurren entre su Monzón natal en el Cinca medio, donde viene Costa al mundo el 14 de septiembre de 1846, y la villa de Graus, donde se traslada su familia en 1852.

El marco ecológico y social de la comarca de Ribagorza lo marcará para toda su vida de tres maneras. En primer lugar, su geografía y las condiciones en que trabajaba el labrador altoaragonés se convertirán, en el imaginario de Costa, en metáforas de la geografía española y del pequeño agricultor español, y el agua, tan presente en el paisaje del Alto Aragón, pasará a ser la fórmula fundamental de redención de la agricultura patria.

En segundo lugar, su origen campesino. Nacido en el seno de una familia pequeñocampesina, la pobreza de origen le acompañaría gran parte de su vida marcando sus actitudes básicas: la ética del esfuerzo y del trabajo duro, la lucha contra el destino, el estoicismo y la austeridad, la desconfianza hacia el poder y a los que viven del presupuesto estatal, el realismo y el materialismo de base de la cosmovisión campesina, así como la defensa de una propiedad básica, familiar, como garantía de la libertad individual. La mejora de la agricultura y de las condiciones de vida de las gentes del campo serán los objetivos principales de su programa de reforma social nacional.

Y en tercer lugar, la sociedad rural del Alto Aragón, tan rica en instituciones consuetudinarias, muchas de ellas todavía vivas en el tiempo de Costa, le despertarían su reverencia por la ley consuetudinaria, por la costumbre, y muy pronto, también, su interés por el estudio del derecho consuetudinario y de la economía popular, en los cuales encontraría modelos vivos sobre los que fundamentar sus propuestas de reforma y progreso social. Estas tres circunstancias constituyen la urdimbre básica sobre la que se teje el proyecto intelectual costiano y marcarán las constantes fundamentales de su pensamiento y su acción pública.